viernes, 3 de febrero de 2012

Bases fisiologicas

Sistema límbico
Es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestiona respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones (por ejemplo placer, miedo, agresividad), personalidad y la conducta

Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, septo y mesencéfalo.

Hipotálamo
El hipotálamo se ubica justo debajo del tálamo, dentro de los dos tractos ópticos, y justo encima, e íntimamente relacionado con la glándula pituitaria. Es una de las partes más ocupadas del cerebro y está relacionada principalmente con la homeostasis. Regula, y tiene el control último, de las funciones del sistema nervioso simpático y sistema nervioso parasimpático, recibe información desde varias fuente Nervio vago, información sobre la presión sanguínea y la distensión intestinal (esto es, cuan lleno esta el estómago) Nervio óptico, información sobre luz y oscuridad; desde la formación reticular en el tronco cerebral, información sobre la temperatura de la piel; desde neuronas pocos usuales que forman los ventrículos, información sobre el fluido cerebroespinal incluyendo las toxinas que inducen al vómito; desde otras partes del sistema límbico y el nervio olfatorio, información que ayuda en la regulación del hambre y la sexualidad, además de sensores propios que entregan información acerca del balance iónico y la temperatura de la sangre. Envía órdenes al organismo de dos formas: - Por el sistema nervioso autónomo, lo que le confiere el control último de sus funciones - Por la glándula pituitaria, con la que está conectado química y biológicamente.
[editar]Hipocampo
El hipocampo consiste en dos "cuernos" que describen una curva que va desde el área del hipotálamo hasta la amígdala, está relacionado con la transformación de lo que se encuentra en tu mente ahora (memoria a corto plazo), en lo que recordarás por un largo período de tiempo (memoria a largo plazo).
También es aquel en donde se encuentra la memoria a corto, largo plazo y el aprendizaje. La información está recogida por el fórnix que la lleva a los cuerpos mamilares. Desde aquí va al núcleo anterior del tálamo que envía la información hasta la corteza cerebral. Está formado por varias estructuras cerebrales que se activan ante estímulos emocionales.
[editar]Amígdala cerebral
La amígdala cerebral es una masa con forma de dos almendras que se sitúan a ambos lados del tálamo, en el extremo inferior del hipocampo. Cuando es estimulada eléctricamente, los animales responden con agresión, y cuando es extirpada, los mismos se vuelven dóciles y no vuelven a responder a estímulos que les habrían causado rabia; también se vuelven indiferentes a estímulos que les habrían causado miedo o respuestas de tipo sexual.
[editar]Zonas relacionadas
Circunvolución del cíngulo : Es la parte de la corteza cerebral que está cerca del sistema límbico, proporciona una vía desde el tálamo hasta el hipocampo, y está asociado con las memorias a olores y dolor.
Área septal: Se halla frente al tálamo, al parecer posee unas neuronas que son centros del orgasmo, una para los hombres, cuatro para las mujeres.
Área tegmentaria ventral (A.T.V., o V.T.A. en inglés): está en el tronco cerebral, consiste en vías de dopamina (dopaminérgicas), que parecen ser centros del placer (felicidad).
Corteza prefrontal: Es la parte del Lóbulo frontal que se encuentra frente al área motora, además de relacionarse con pensar en el futuro, hacer planes, y realizar acciones, está también vinculada a las mismas vías de dopamina que el área tegmentaria ventral, aunque se encuentra fuera del sistema límbico al ser un área evolutivamente reciente.

viernes, 27 de enero de 2012

MECCA, Conceptualización de emoción y Teorías de la emoción
manipulación mental se produce cuando un individuo o grupo de individuos ejerce una tentativa de toma de control del espíritu o del comportamiento de una persona o de un grupo, utilizando técnicas de persuasión o de sugestión mental, en busca de eliminar las capacidades críticas o de autocrítica de la persona, esto es, su capacidad de juzgar o de rehusar informaciones u órdenes.
Se refiere a un amplio rango de tácticas psicológicas capaces de subvertir el control de un individuo sobre su propio pensamiento, comportamiento, emociones o decisiones.

exploración o curiosidad son motivos activados por lo nuevo y lo desconocido y están dirigidos hacia una meta

Contacto físico Es vital para el ser humano

Actividad (niveles de activación) Es un continuo. Nunca dejamos de estar
Activados, va desde el sueño más profundo hasta la máxima excitación, alerta y tensión.


Concepto de emoción: La emoción es un proceso psicológico adaptativo, que tiene la finalidad de reclutar y coordinar el resto de los procesos psicológicos cuando situaciones determinadas exigen una respuesta rápida y efectiva para ajustarse a cambios que se producen en el medio ambiente.as emociones incluyen conductas observables, sentimientos expresados y cambios en el estado personal. También producen alteraciones en otros procesos psicológicos como la percepción, la memoria, la comunicación verbal y no verbal, cambios fisiológicos, etc.

El objetivo de esta alteración emocional es coordinar todos los recursos psicológicos en un momento dado, para dar una respuesta rápida a una situación desencadenante.

Para la psicología, la emoción es un constructo que se utiliza para explicar las reacciones del organismo y se caracterizan por:

-Cambios en la actividad fisiológica.

-Interpretación subjetiva de esos cambios.

-Preparación para la acción.

-Expresión emocional o exteriorización de todo este complejo.

La emoción tiene dos elementos básicos que configuran el proceso emocional: una valoración cognitiva de una situación y la alteración en la activación del organismo.


Teorias de la emoción: Teorías de la emoción

Las principales teorías de la emoción consideran a ésta un sentimiento bien fisiológica, bien cognitivo o bien o como un producto de la interacción de factores físicos y mentales. En la próxima figura se muestran descripciones gráficas de las tres teorías más importantes.

Teorías de James-Lange (Los sentimientos son un producto físico)

Dos científicos que trabajaron al mismo tiempo, el psicólogo Carl Lange (1885), llegaron a puntos de vista tan parecidos, que podemos considerar sus contribuciones de forma conjunta. Esencialmente, ambos dudaron de la suposición tradicional de que primero se vive algún suceso (por ejemplo, que se nos acerque un ladrón), se siente acto seguido la emoción (el miedo) y luego experimentados las sensaciones fisiológicas relacionadas con esta emoción (el corazón late más deprisa, la respiración se acelera, las palmas de las manas sudan, ect.) y nos comportamos de la manera que creemos más adecuada a la situación (luchamos, gritamos, nos desmayamos o corremos). Tanto James como Lange arguyeron a favor de una inversión des esta secuencia, es decir, que la base de las emociones deriva de nuestra percepción de las sensaciones fisiológicas, como los cambios en el ritmo cardíaco y la tensión arterial y las contracciones de los músculos viscerales y el esqueleto.

De acuerdo con esta teoría, cuando le insultan no se siente enfadado y luego experimenta los síntomas fisiológicos de la ira, sino al contrario, su corazón y respiración aumentan de velocidad y sus músculos se tensan, y entonces interpreta estos cambios corporales como “estoy enfadado”. Esta teoría sostiene que las respuestas fisiológicas son diferentes para cada emoción, lo cual no siempre es verdad. En suma, aunque la teoría posee cierto grado de validez, no oferta una explicación completa de la experiencia emocional.

La retroalimentación (“feedback”) de las respuestas fisiológicas no es necesaria para experimentar una emoción, aunque pueda ser importante. Tal como explicaré más adelante, Schachter y Singer (1962) demostraron como la retroalimentación de nuestras respuestas fisiológicas puede contribuir para producir una respuesta emocional más intensa.

Teorías de Cannon-Bard (Los sentimientos son un producto cognitivo)

En 1927 Walter Cannon argumentó en contra de la posición de James-Lange, argumentación que fue luego ampliada por Philip Bard (1938). Mediante la investigación de laboratorio, mostraron que las reacciones fisiológicas que acompañan a diferentes emociones son las mismas en una emoción u otra. En otras palabras, cuando una persona está nerviosa, enfadada, tiene miedo o está enamorada, aumenta el ritmo cardíaco, la velocidad de la respiración y los músculos se tensan. Así, se dependiéramos únicamente de nuestras respuestas fisiológicas, no seriamos capaces de distinguir una emoción de otra. Afirmaron, además, que el individuo normalmente no es consciente de los cambios internos (como las contracciones de los órganos viscerales, por ejemplo de los riñones y el hígado) y que incluso los animales que por intervenciones quirúrgicas no fueron capaces de experimentar estas sensaciones fisiológicas manifestaron reacciones emocionales típicas. Propusieron que la experiencia emocional y la activación fisiológicas ocurren al mismo tiempo, no una detrás de otra.

¿De qué forma? De acuerdo con Cannon y Bard, cuando tropezamos con un ladrón, los impulsos nerviosos llevan esa información a dos lugares importantes del cerebro: la corteza, el área donde tienen lugar los procesos más sofisticados de pensamiento, le dice que el ladrón constituye una amenaza para su seguridad personal, y el darse cuenta de esto, este pensamiento, basta para producir el miedo. Al mismo tiempo, el tálamo produce diversos cambios fisiológicos inespecíficos (o sea, no son específicos de una emoción determinada, sino que se producen como respuesta a cualquier emoción). Nos referimos a estos cambios como la reacción de “estrés” o la reacción de “lucha o fuga”. Esta reacción le prepara para gastar energía y prevenir un daño potencial. Si más adelante descubre que la persona amenazadora no era un ladrón, sino sólo alguien que quería preguntarle algo, ambas áreas se calmarán: la corteza hará desaparecer sus sensaciones de miedo y el tálamo suspenderá la reacción fisiológica.

Esta teoría integró la investigación sobre el papel del tálamo en la emoción. Su mayor defecto residía en su incapacidad para reconocer la complejidad de las experiencias emocionales y el modo en que éstas pueden ser influidas por la forma interprete el individuo el “feedback” fisiológico.

Teorías de Schachter-Singer(Las emociones dependen de una doble apreciación cognitiva: como evaluamos el suceso y como identificamos lo que esta pasando en nuestro cuerpo)

La opinión de que la emoción supone una actividad puramente cognitiva llegó a ser la explicación comúnmente aceptada hasta los años 60, cuando los innovadores psicólogos Stanley Schachter y Jerome Singer (1962) cuestionaron que las respuestas fisiológicas no tuvieran ninguna importancia.

Schachter y Singer dirigieron unos experimentos del mayor interés. Administraron a un grupo de individuos epinefrina, una hormona producida por la corteza de las glándulas suprarrenales y que produce una activación autonómica, aumento del ritmo cardíaco y de la tensión arterial. Luego los colocaron en situaciones que le s inducían a sentirse contentos o tristes. Mientras tanto, habían dicho a la mitad de los individuos en cada una de las situaciones (contento/triste) que la inyección de tal sustancia causaría determinados efectos fisiológicos; la otra mitad no fueron informados de tales efectos.

En general, los resultados del experimento confirmaron la hipótesis de los investigadores. Los individuos que habían sido informados de los posibles efectos de la inyección no indicaron estar particularmente contentos o enfadados y se comportaron en consecuencia. Por lo visto, atribuían su activación fisiológica a los efectos de la sustancia, mientras los individuos que no sabían nada sobre los efectos de ésta, notaron su activación, intentaron encontrar una explicación y concluyeron que debería estar causada por una emoción. Al buscar una emoción “disponible”, encontraron la explicación a mano y ajustaron su emoción a la situación en cuestión.

Aunque investigadores posteriores no han apoyado por completo la teoría de Schachter y Singer, sí han confirmado algunos aspectos. Por ejemplo, parece seguro que el incremento de la activación (que puede producir la inyección de una sustancia como la epinefrina, el ejercicio físico o hallarse en una situación que produce miedo) puede intensificar una emoción que ya existe (Reisenzein, 1983).

Se ha encontrado considerable apoyo a las conclusiones de Schachter y Singer sobre el aumento de las reacciones emocionales cuando se experimentan aumentos en la activación que no se pueden atribuir a ninguna otra fuente. En cambio, la investigación posterior no ha apoyado su conclusión de una disminución de los niveles de activación conduzca automáticamente a una reducción de la intensidad emocional (Reisenzein, 1983). En otras palabras, la activación puede aumentar la intensidad de la emoción, pero no la causa necesariamente.

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jueves, 26 de enero de 2012

PAPASL

Poder Posibilidad de imponer la voluntad propia, frente oposiciones y resistencias dentro de relaciones sociales sea cual fuere la base de esta posibilidad. La forma de poder y nocion ética del mismo son objeto de estudio sociológico y psicológico.

Afiliación Asociación con una o varias personas sin expresar referencia a un fin concreto. Además de una fuerte tendencia a la afiliación variable de las diversas, se admiten diversas condiciones de esta variable a nivel interpersonal: fluctuaciones del sentimiento de autoestima, angustia, inseguridad en las reacciones, emocionales o entre las ideas.

Posición Este status y rol suelen considerarse como conceptos correlativos. Posición sería el aspecto estático o cognoscitivo del rol, el aspecto dinámico de posición. Posición es de una parte, la unidad de la sociedad de una cultura en que se establecen diferentes expectativas de conducta.

Aprobación Necesidad de ser querido al superar lo que somos nosotros. Ser aceptados por la sociedad dentro de un grupo determinado.

Seguridad Actitud de seguridad. Límite de seguridad: intervalo de fiabilidad mayor de seguridad. Katz dice que para cada actividad se requiere cierto grado de un determinado valor límite que es necesario para rebasar una cierta.

logro Esfuerzo sostenido y optimo para alcanzar diferentes niveles de excelencia. Aquella motivación que te hace llegar a cierta meta.
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jueves, 19 de enero de 2012

Teorías de la motivación: Freud y Darwin

Freud no pretendía crear una teoría psicológica completa, pero llegó a elaborar un sistema que explicaba la psicología del hombre en su totalidad. Comenzó estudiando el trastorno mental y luego se preguntó por sus causas. Acabó formulando una teoría general del dinamismo psíquico, de su evolución a través de distintos períodos de desarrollo y del impacto de la sociedad, la cultura y la religión en la personalidad, además de crear una forma de tratamiento de los trastornos mentales. Logró formular una teoría psicológica que abarcaba la personalidad normal y anormal, y que incidía en todos los campos del saber: la sociología, la historia, la educación, la antropología y las artes.

La primera preocupación de Freud, dentro del campo del psiquismo humano, fue el estudio de la histeria, a través del cual llegó a la conclusión de que los síntomas histéricos dependían de conflictos psíquicos internos reprimidos y el tratamiento de los mismos debía centrarse en que el paciente reprodujera los sucesos traumáticos que habían ocasionados tales conflictos. La técnica utilizada en principio para ello fue la hipnosis.

Llegó a la convicción de que el origen de los trastornos mentales está en la vida sexual y que la sexualidad comienza mucho antes de lo que en aquellos momentos se pensaba, en la primera infancia. La afirmación de la existencia de la sexualidad infantil produjo muchas críticas y oponentes a su teoría.

Más tarde introduce otra técnica de tratamiento: la asociación libre. Al principio era paralela al uso de la hipnosis, pero esta última técnica la acaba desechando por considerarla menos efectiva. En las asociaciones libres el paciente expresa sin censuras todo aquello que le viene a la conciencia de forma espontánea.

Posteriormente, incorpora la interpretación de los sueños en el tratamiento psicoanalítico, ya que entiende que el sueño expresa, de forma latente y a través de un lenguaje de símbolos, el conflicto origen del trastorno psíquico. La interpretación de los sueños es una ardua tarea en la que el terapeuta ha de vencer las "resistencias" que le llevan al paciente a censurar su trauma, como forma de defensa.

Otro aspecto a tener en cuenta en la terapia psicoanalítica es el análisis de la transferencia, entendida como la actualización de sentimientos, deseos y emociones primitivas e infantiles que el paciente tuvo hacia sus progenitores o figuras más representativas y que ahora pone en el terapeuta. Su análisis permitirá al paciente comprender a qué obedecen dichos sentimientos, deseos y emociones, y reinterpretarlos sin que ocasionen angustia.


Freud en 1939

Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e incluye en él tres sistemas: uno consciente; otro preconsciente, cuyos contenidos pueden pasar al anterior; y otro inconsciente, cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia. La represión es el mecanismo que hace que los contenidos del inconsciente permanezcan ocultos. Más tarde presenta una nueva formulación del aparato psíquico que complementa a la anterior. En esta formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las pulsiones y se rige por el denominado principio de placer; el yo, que tiene contenidos en su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos inconscientes, se rige por el principio de realidad y actúa como intermediario entre el ello y la otra instancia del aparato psíquico; y el superyó, que representa las normas morales e ideales.

Un concepto básico en la teoría freudiana es el de "impulso" o pulsión (triebe, en alemán). Es la pieza básica de la motivación. Inicialmente diferencia dos tipos de pulsiones: los impulsos del yo o de autoconservación y los impulsos sexuales. Los impulsos sexuales se expresan dinámicamente por la libido, como manifestación en la vida psíquica de la pulsión sexual, es la energía psíquica de la pulsión sexual. Más tarde reformulará su teoría de los impulsos y distinguirá entre impulsos de vida (Eros), en los que quedan incluidos los dos de la anterior formulación, e impulsos de muerte (Thanatos), entendidos como la tendencia a la reducción completa de tensiones. Freud tenía una concepción hedonista de la conducta humana: comprendía que el placer venía dado por la ausencia de tensión y el displacer por la presencia de la misma. El organismo, inicialmente, se orienta hacia el placer (principio de placer) y evita las tensiones, el displacer y la ansiedad.

Freud, además, aportó una visión evolutiva respecto a la formación de la personalidad, al establecer una serie de etapas en el desarrollo sexual. En cada una de la etapas, el fin es siempre común, la consecución de placer sexual, el desarrollo de la libido. La diferencia entre cada una de ellas está en el "objeto" elegido para conseguir ese placer. El niño recibe gratificación instintiva desde diferentes zonas del cuerpo en función de la etapa en que se encuentra. A lo largo del desarrollo, la actividad erótica del niño se centra en diferentes zonas erógenas. La primera etapa de desarrollo es la etapa oral, en la que la boca es la zona erógena por excelencia, comprende el primer año de la vida. A continuación se da la etapa anal, que va hasta los tres años. Le sigue la etapa fálica, alrededor de los cuatro años, en la que el niño pasa por el "complejo de Edipo". Después de este período la sexualidad infantil llega a una etapa de latencia, de la que despierta al llegar a la pubertad con la fase genital.

Paralelamente a esta evolución intrapsíquica del sujeto, se va dando un proceso de socialización en el que se configuran las relaciones con los demás. Es de suma importancia también el proceso de identificación, que permite al sujeto incorporar las cualidades de otros en sí mismo, para la formación de su personalidad.

El psicoanálisis en sus comienzos, e incluso en la actualidad, ha sido un doctrina que ha despertado grandes pasiones, a favor y en contra. Entre las críticas que se han hecho a la teoría de Sigmund Freud, la principal ha sido la falta de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis específicas verificables a partir de la teoría.

A pesar de la gran reprobación que suscitaron las ideas freudianas, especialmente en los círculos médicos, su trabajo congregó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl Abraham, Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto Rank y Ernest Jones. Algunos de ellos, como Adler y Jung se fueron alejando de los postulados de Freud y crearon su propia concepción psicológica.

No cabe duda de que el psicoanálisis fue una revolución para la psicología y el pensamiento de la época y ha servido como base para el desarrollo y proliferación de una gran cantidad de teorías y escuelas psicológicas.

Darwin: El instintivismo


Las conductas genéticamente motivadas han sido conceptualizadas muchas veces como instintos. Desde este punto de vista, un instinto puede ser considerado como un conjunto de respuestas genéticamente programadas que ocurre cuando las circunstancias son apropiadas, sin requerir un aprendizaje previo para su ejecución.

La concepción dualista permite establecer una diferencia esencial entre la conducta humana, propiciada por la existencia de un alma racional, y la conducta de los animales inferiores, que no poseen un alma racional. El hecho de que los animales no posean un alma que les impulse a realizar conductas lleva a los estoicos a inventar el concepto de instinto (Wilm, 1925). Sin embargo, parecía evidente que los animales y los seres humanos compartían ciertas conductas. Los intentos para delimitar esta similitud de conductas chocaba frontalmente con la concepción que la religión tenía de la conducta humana. En este sentido, algunos planteamientos, como el de Tomás de Aquino (1224-1274), trataron de ofrecer una explicación que reconciliase las ideas de Aristóteles con el dogma de la Iglesia. Para Tomás de Aquino, los seres humanos tienen una doble naturaleza: física (cuerpo) y no física (alma). Los animales, en cambio, sólo tienen una naturaleza física; su conducta es producto única y exclusivamente de fuerzas físicas, tanto externas como internas, que actúan sobre el organismo. Es una conducta automática o mecánica. No obstante, fue Descartes quien buscó una salida a esta situación dualista no relacionada. Para Descartes, la conducta del cuerpo, por debajo de la acción consciente, puede ser explicada mecánicamente. Las conductas que están relacionadas con aspectos como la moral deben ser explicadas mediante los efectos de la conciencia. De esta forma, se permitía el estudio de las conductas mecánicas (instintivas) en el ser humano, aunque, dicho sea de paso, la Iglesia se reservó para sí la última palabra en temas relacionados con la conciencia y el alma.

El instinto como explicación principal para la conducta motivada de sujetos humanos y de animales inferiores alcanzó su máxima importancia a finales del s. XIX y principios del s. XX. Quizá, como sugiriese en su momento Beach (1955), la importancia conseguida por el concepto instinto se debe a que permitía establecer un vínculo de unión entre las especies inferiores y la especie humana. Parece evidente que la unión entre especies era necesaria para entender congruentemente la idea de “Evolución” planteada por Darwin.

La popularidad alcanzada por el concepto “instinto” llevó al intento de explicar todas las conductas como instintivas, con lo cual se cayó en una suerte de “falacia nominal”: la simple nominación de una conducta como “instinto x” sólo rotula de un modo particular una conducta, pero no explica dicha conducta.

Entre los acercamientos más importantes en esta orientación cabe citar los trabajos de James (1890) y los de McDougall (1908/1950). En la aproximación de James se pone de relieve que el instinto es sinónimo de reflejo, siendo ambas conductas elicitadas por estímulos sensoriales, y ocurriendo ciegamente la primera vez. Para James, cada instinto puede ser considerado como un impulso, hecho éste que permite considerar la argumentación del instinto en James dentro de la Psicología de la Motivación, ya que el impulso es considerado como una fuerza que actúa sobre o en el interior del organismo para iniciar una conducta.

La teoría de James explica la variabilidad de los instintos mediante dos grandes principios: por una parte, plantea que el hábito (aprendizaje) puede inhibir un instinto, por otra parte, defiende que algunos instintos son transitorios, útiles sólo durante ciertos períodos de tiempo, o en ciertas etapas del desarrollo. Con estos argumentos, James va a considerar la conducta instintiva como algo intermedio entre la conducta refleja y la conducta aprendida. La argumentación de James intenta plantear que mediante la descripción de varios instintos, y mediante la explicación de cómo dichos instintos pueden haber resultado adaptativos a través de la evolución de la especie humana, se está explicando la motivación de la conducta.

La concepción de McDougall (1908/1950) acerca de los instintos es algo diferente a la de James. Probablemente, en opinión de Wagner (1999), la teoría de los instintos dominante en los comienzos del s. XX fue la de McDougall, para quien toda conducta es básicamente instintiva. La tarea de los investigadores tiene que ver con el descubrimiento y clasificación de los diversos instintos (motivos) para conocer y entender la motivación. Para McDougall (1970), los instintos son algo más que meras disposiciones para reaccionar de un modo concreto. De hecho, el instinto, dice McDougall, tiene que ser considerado como una disposición psicológica innata o heredada para percibir y prestar atención a los objetos o estímulos de un determinado tipo, así como para actuar respecto a ellos de un modo determinado, o al menos para experimentar un impulso relacionado con dicha acción. En la segunda parte de la propuesta de McDougall se encuentra la dimensión motivacional de su concepción de instinto. No obstante la reseña a las características innatas del instinto, es posible la modificación de los mismos merced a los efectos de la propia experiencia del individuo, con lo cual, tal como se desprende de lo dicho, cabe la posibilidad de ejercer algún tipo de control respecto a si se ejecutan o no los impulsos para la acción.

Cada instinto está conformado por tres componentes: el cognitivo, el afectivo y el conativo. El componente cognitivo tiene que ver con el conocimiento que el sujeto tiene acerca de un objeto que puede satisfacer el instinto. El componente afectivo es el sentimiento que el objeto produce en el sujeto. El componente conativo representa el esfuerzo del sujeto para aproximarse hacia, o alejarse de, un objeto. Los componentes cognitivo y conativo son susceptibles de ser modificados a partir de las experiencias y del aprendizaje, pero el componente afectivo es inmodificable. Así, según la argumentación de McDougall (1970), cada conducta consta de: a) pensamientos acerca de las metas que satisfarán el motivo, b) emociones subjetivas que se producen a causa de dicha conducta, c) esfuerzo propositivo para alcanzar la meta. La teoría de McDougall presenta el problema de ser muy antropomórfica. Otro problema de la teoría de McDougall (1970), igual que ocurría con la teoría de James, tiene que ver con la dificultad para diferenciar entre instinto y aprendizaje. Algunas de las críticas más contundentes vendrán de la mano de Watson (1914), Kuo (1921, 1922), Tolman (1923) y Hull (1943).

En última instancia, las críticas vertidas sobre el concepto de instinto suponen la práctica desaparición del mismo en la Psicología Americana. Sin embargo, la Psicología Europea siguió defendiendo teorías en torno al concepto de instinto. Una prueba de ello lo constituyen los planteamientos etológicos que se abordan posteriormente.

viernes, 13 de enero de 2012

Motivación y emoción: conceptualización de la motivación, procesos de la motivación. -Pirámide motivacional de Maslow.
La palabra motivación proviene de los términos latinos motus (“movido”) y motio (“movimiento”). Para la psicología y la filosofía, la motivación son aquellas cosas que impulsan a una persona a realizar determinadas acciones y a persistir en ellas hasta el cumplimiento de sus objetivos. El concepto también se encuentra vinculado a la voluntad y al interés. En otras palabras, la motivación es la voluntad para hacer un esfuerzo y alcanzar ciertas metas.

La motivación implica la existencia de alguna necesidad, ya sea absoluta, relativa, de placer o de lujo. Cuando una persona está motivada a “algo”, considera que ese “algo” es necesario o conveniente. Por lo tanto, la motivación es el lazo que lleva esa acción a satisfacer la necesidad.

Existen diversos motivos que impulsan la motivación: racionales, emocionales, egocéntricos, altruistas, de atracción o de rechazo, entre otros.

proceso motivacional:

Pirámide de Maslow:

En 1943, Maslow formuló A Theory of Human Motivation, teoría en la que define una jerarquía de necesidades humanas y argumenta que a medida que los individuos van satisfaciendo las necesidades más básicas, los individuos desarrollan necesidades y deseos más elevados.

Estas necesidades se agrupan en distintos niveles formando una pirámide según acompaña al post de tal manera que las necesidades situadas en la parte superior de la pirámide sólo requieren nuestra atención cuando tenemos satisfechas las necesidades más básicas o aquellas que se colocan en la parte inferior de la pirámide.

El movimiento entre las necesidades, se realiza mediante las fuerzas de crecimiento, que son los movimientos que cubren necesidades inferiores y empujan al individuo a las necesidades superiores y las fuerzas regresivas, que son aquellas que eliminan necesidades superiores y empujan al individuo hacia las necesidades más básicas.

Las cinco necesidades de Maslow

Maslow agrupa las distintas necesidades que debe cubrir cada individuo en cinco niveles de la siguiente forma:

Necesidades básicas
En las necesidades básicas se incluyen las necesidades fisiológicas básicas para mantener la vida humana y la supervivencia de la especie. En estas necesidades básicas encontramos las funciones básicas de alimentación, respiración e hidratación así como las necesidades internas para regular la temperatura y el pH.

Además, se incluyen las necesidades de evitar el dolor, mantener el equilibrio, expulsar los desechos de nuestro cuerpo y por supuesto la necesidad de tener relaciones sexuales.

Necesidades de seguridad y protección
Una vez cubiertas y compensadas las necesidades básicas, en los individuos aparecen las necesidades de seguridad y protección. En estas necesidades, se desarrollan también conceptos que acotan y ponen límites. Pensemos por ejemplo en la seguridad física, en la salud de los individuos, en la necesidad de cobertura del empleo, mantenimiento de ingresos u obtención de recursos.

Maslow también encuadra dentro de estas necesidades la seguridad moral, el nucleo familiar y la necesidad de la propiedad privada como tal. El concepto de hogar y propiedad ligado a las necesidades anteriores, explica gran parte de nuestra organización social por ejemplo.

Necesidades de afiliación y afecto
Dentro del tercer nivel, se encuentra el desarrollo afectivo de las personas y los niveles relacionales de la sociedad. Encontramos como necesidades de este nivel la asociación, la participación en colectivos, el sentimiento de sentirse aceptado en integrado entre otras.

Este grupo de necesidades se cubren mediante la realización de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor. Tengamos presente también que estas necesidades surgen de manera colectiva en función de la propia organización social de los colectivos.

Necesidades de estima
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja. La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, el cuidado de nuestro yo y las necesidades de comunicación interna y autocomprensión que los individuos tenemos sobre nosotros mismos.Dentro de estos sentimientos propios nos encontramos con la confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.

La estima baja concierne al respeto de las demás personas y a la traslación de las necesidades de estima alta al resto de interacciones sociales. Maslow situa en esta escala la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio sobre el resto de los individuos.

La carencia de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad, al igual que el exceso de muchas de ellas, también es un origen de graves psicopatologías en muchos individuos.

Autorrealización o autoactualización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo a lo lago de toda su vida tales como “motivación de crecimiento”, “necesidad de ser” y “autorrealización”. En este nivel se encuentran las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad.

Para alcanzar este nivel, todos los individuos necesitan alcanzar y completar hasta el mejor punto posible, el resto de niveles y necesidades inferiores.